domingo, 17 de marzo de 2013

Voltaire - Historia del Imperio Ruso Bajo...

Entre las múltiples facetas del espíritu complejo de Voltaire, la de historiador es quizá de las menos conocidas y la que esa masa que se llama el gran público menos recuerda cuando trata de evocar y reconstituir esta inquietante y perturbadora figura. Y, sin embargo, no es de las menos interesantes, ni por la calidad ni por la cantidad de la obra que en este terreno ha producido. 

Su concepto de la Historia y la manera de tratarla representa, en su época, un paso gigantesco sobre los dominantes y privativos hasta entonces en esta rama del saber humano, hasta el punto de haberse asegurado que en el siglo XVII establece, con Montesquieu, casi como hoy las concebimos, las reglas generales del arte de escribir la historia.

Para la labor sintética, acaso le falte profundidad; pero cuenta con su maravillosa imaginación, con su talento de dramaturgo y novelista, que le permiten hacer de cada capítulo un verdadero cuadro lleno de perspectiva, de luz y de color. Sus repetidos viajes, su trato con tantos ejemplares humanos diferentes, hacen de él un profundo psicólogo, condición indispensable a todo historiador, ya que la Historia, como dice Monod, es una psicología colectiva. 

En esta historia de Pedro el Grande resplandecen todas estas cualidades, realzadas por el cariño al asunto y su admiración por la figura del protagonista. Sus gustos aristocráticos, así como su completa fe en el influjo de los grandes hombres, en el poder benéfico del déspota ilustrado, habían de arrastrarle hacia la figura de Pedro I de Rusia.


0 comentarios:

Dí lo que piensas...