domingo, 9 de septiembre de 2012

Azorín - El político


José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo «Azorín» (MonóvarAlicante8 de junio de 1873 - Madrid2 de marzo de 1967fue un escritor españolnovelistaensayista y crítico literario. Azorín fue un gran observador y estilista, llegó a ser el tesorero del gran acervo literario español. 

Sinopsis

''El político'' es una obra extraordinaria de gran trascendencia, publicada cuando Azorín era aprendiz de parlamentario y supervisor político. Libro teórico, que además de hacer un exquisito ejercicio literario, aconseja con nobleza y picardía cómo debe ser y actuar un político. Son muchas las condiciones que este les exige a un político ideal, y se mezclan en sus consejos e insinuaciones enseñanzas de Maquiavelo, de Baltasar Gracián, de Castiglione y de Saavedra Fajardo; todo reunido en una bondadosa y persuasiva doctrina de la tolerancia y magnanimidad, envuelta con cierto disimulo y melancolía, exigiendo a su político realista e ideal que sepa renunciar en sazón y retirarse a tiempo.

Azorín plantea que el político ha de tener:

-Fortaleza:
Esta es una condición indispensable para un hombre de Estado. Su cuerpo debe ser sano y fuerte. Sea el político mañanero, acuéstese temprano. Tenga presente que no es el mucho comer lo que aprovecha, sino el bien digerir. Para estar sano y conservar la fortaleza ha de amar el cuerpo. Vaya a este, ame las montañas, suba a ellas, contemple desde arriba el vasto panorama. Mézclese en la vida menuda de los labriegos y aprenda en ellas las necesidades, dolores y ansias de la nación toda.
-Arte en el vestir:
Con este arte se persigue la elegancia. Esta es una condición casi innata. La primera regla de la elegancia es la simplicidad. Procure ser sencillo el político en su atavío, no use paños ni lienzos llamativos por los colores, o por sus dibujos. No ponga en su persona más que lo necesario. Sencillez y naturalidad: esta es la síntesis de la elegancia.
-Capacidad de no prodigarse:
No se prodigue ni en las calles, ni en los paseos, ni en los espectáculos públicos. Absténgase el político a esto: lo que mucho se ve, se estima poco. Sea difícil el político para las visitas, no reciba a todos, sino a contadas personas. No otorgue a todos su afabilidad y su cortesía.
-Virtud de la Eubolia:
La virtud de la Eubolia consiste en ser discreto de lengua, en ser cauto, en ser reservado, en no decir sino lo que convienen decir. No se desparrame en palabras el político, no sea fácil a las conversaciones y conferencias con los medios; sobre todo cuando se trata de cosas del Estado. Al informar hay que hacerlo con solemnidad, poco a poco; despacio para crear apariencia de mucha importancia y expectación. Mantener siempre la duda y una actitud impredecible.
-Saber Desentenderse:
En su vida diaria, en sus actividades siempre estará rodeado de admiradores, amigos, colaboradores, siempre rodeado de gente. Sepa el político tales circunstancias desentenderse en algún momento de esta corte de admiradores (cortesanos) y amigos que le rodean. Debe saber romper esta atmósfera, el circulo vicioso, esa muralla que impide ver normal y claramente a su alrededor y mas allá. Entrar en contacto con la realidad y escudriñar fuera de su entorno.
Sinopsis tomada del artículo: ''Azorín: El Político'', por Salvador Bretón Holguín

Fuente: periódico Hoy, el 23 de Abril del año 2007 








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